La sanguchería no es muy grande así que nos sentamos en la terraza que no está cerrada y hacía mucho frío. Había sólo una estufa encendida y notamos que tenían problemas para encender las demás. El ambiente era acogedor y la música moderna y buena.
La mesera nos explicó el menú que estaba en los individuales de papel en la mesa. Se pide un sánguche, como se dice en Perú, y como acompañamiento se puede pedir 4 opciones más una bebida o jugo, etc. Yo quise una cerveza, como decía el menú, pero aún no tienen patente de alcoholes, así que ni modo...
Fue un poco decepcionante ya que encontré que gran parte de las opciones no son típicas peruanas sino internacionales... no digo que esté mal, pero ya no es una sanguchería tradicional como las hay en Lima que era nuestra expectativa...
La chicha morada perfecta, en su punto de azúcar y heladita.
La papa al horno desabrida y sin sal... Le puse la salsa de ají para comerla.
El sánguche de Chicharrón tenía el camote cocido pero no frito, como lo conocemos en Lima, y la salsa criolla en poca cantidad. El sánguche estaba seco, sin ninguna salsa... pedí otra salsa de ají para ponerle dentro y eso le dio la humedad que le faltaba.
Pedimos dos clases de hamburguesas: Una clásica y otra Carretillera... las dos estaban muy sabrosas, aunque sólo preguntaron por el término de la carne a una de ellas. Las porciones estaban adecuadas para una sola persona pero las porciones de papas fritas muy pequeñas.
De postre pedimos los alfajores clásicos de maicena... pero debían haber puesto "alfajorcitos" porque eran demasiado pequeños...
En lineas generales, La Sanguchería del Barrio no tiene mucho de sanguchería peruana, aunque no lo dice en ninguna parte... era la expectativa que yo tenía como mencioné al inicio... habrá que volver a probar los demás... nos gustó pero hay mucho de mejorar! ⭐⭐⭐
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